Cambiar en mi vida lo que no me gusta. Dedicar tiempo a lo que de verdad importa. Escuchar mucha más música y leer muchos más libros. Centrarme en los estudios. Valorar a las personas que de verdad lo merecen y dejar atrás a las que deben estar allí. Y, sobre todo, volver a ser yo misma.
Un año más y cada vez pasa más rápido el tiempo. Las cosas siguen cambiando, pero ahora me lo tomo con más filosofía/madurez.
Hoy quería hacer una pausa entre la marea de trabajos en la que estoy metida para agradeceros a los que me seguís leyendo después de todo este tiempo, a los que me dejáis leer lo que escribís, a los que dejáis una “mancha de tinta” cuando os llega lo que digo.
Gracias, por estos dos años, y por todo lo que queda por decir.