- ¡Quieta! No te muevas...déjame ir a por la cámara y hacerte una foto - dijo mientras salía corriendo de la habitación en la que ella estaba sentada en la cama.
- ¿Por qué? - gritó entre risas para que se escuchara por el pasillo.
- Porque así es exactamente como quiero recordarte.
domingo, 3 de junio de 2012
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Manchas de tinta