martes, 4 de septiembre de 2012

04 de Septiembre

Hoy que mis miedos vuelven,
Que el cielo está oscuro
Y tus ojos ya no buscan los míos.


En ese momento en el que no quedan palabras
Cuando el tiempo deja de correr y se detiene.
Cuando mis besos no son de nadie y de todos a la vez.

Sintiéndome la persona más vulnerable del mundo

                                                              hasta que te conocí.

Tú cambiaste todo. Me enseñaste que lo que una vez creí podía ser de verdad. Que aunque todo y todos se negasen a ver lo evidente, podíamos amarnos durante horas, dejando que el mundo a nuestro alrededor desapareciera. Nos creíamos capaces de contar todas las estrellas del cielo y que aún así nuestra felicidad fuera eterna.
Pero como pasa en todos los cuentos, debe haber un final, y el nuestro llegó más pronto de lo esperado, cuando ni siquiera estaba invitado. Yo, que lo había dado todo por ti vi impotente como te alejabas persiguiendo a otra. Como mi amor no valía para nada más que para llenar las horas en las que yo moría por ti y tú vivías esperando, dejando que el tiempo pasara. Me sentí utilizada, algo que no debería sentir nadie en este mundo. Y la palabra “hipócrita” acudía a mis labios una y otra vez, al igual que “estúpida” que es como me sentí.

Pero ya nada de eso importa. La vida sigue y yo con ella. Mis días se suceden mientras busco algo, algo que me haga sentir de verdad la felicidad que merezco. Y mientras esa felicidad llega, solo me queda esperar…contando estrellas.

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