domingo, 16 de diciembre de 2012

16 de Diciembre

"Al principio me parecía que sólo los estaba entreteniendo, pero ahora sé que lo que hago actúa como de abrelatas de la memoria de la gente. No puedo predecir qué pondrá en marcha a cada uno, pero normalmente cada uno tiene su propio mecanismo, y una parte de mi cerebro "observa" anonanada lo que ocurre (...)

Una de las consecuencias más maravillosas de mi trabajo es que los enfermeros de repente ven a las personas que tienen a su cargo bajo una luz completamente nueva, como gente que ha tenido un pasado, y no sólo un pasado, sino un pasado del que formaban parte la alegría y la diversión.

Algunas de las personas que escuchan se me acercan y se quedan todo el tiempo delante de mí o a mi lado, tocándome. Siempre hay gente que llora. Hay gente que baila, gente que se pone a cantar, una opereta o canciones de Sinatra (¡y Lieder, en alemán!). Hay gente agitada que se tranquiliza, y personas calladas que recuperan la voz, gente que estaba inmovilizada y ahora lleva el ritmo. Hay gente que no sabe dónde se encuentra, pero que me reconocen inmediatamente como "la Señora que Canta".



Gretta Sculthorp. Terapeuta musical australiana.

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