10 de Septiembre

Otra vez lo mismo. Sentada en esta silla que tantas veces me ha visto llorar con la mirada perdida en la pantalla. Otra vez como al principio; igual de perdida y confusa, vulnerable a todo y a todos: la típica estúpida que no se para a pensar en las consecuencias hasta que es demasiado tarde. Dudando en una encrucijada con las bases rotas y nada por lo que luchar. Con una brújula que no señala al norte y unas botas con la suela desgastada de tanto caminar persiguiendo sueños que terminan siempre en pesadillas.

Estoy harta de llegar siempre al mismo punto. De ser incapaz de superarme y dejar atrás el pasado.